Escape de Navidad

 Capitulo 1

“…Esa noche buena jamás la olvidare. Llovía a cantaros, las calles estaban inundadas de agua y las personas  corrían de un lado a otro para llegar hacia sus casas. Pero no yo, yo estaba yendo hacia la terminal de colectivos.

Me iba, escapaba. Con dos bolsos en las manos y mi guitarra en la espalda, me dirigía a un lugar, a cualquier lugar.

En esa época era muy ingenua y soñadora, realmente no sabía lo que hacía, solo pensaba que todo se arreglaría fácilmente si solo me iba, que llegaría a un lugar donde me sentiría segura y todos mis problemas se esfumarían de alguna forma. Creo que también era un poco estúpida….”

Para fortuna de Anahi la terminal no estaba tan llena, la mayoría de las personas viajaban el 23 de diciembre aunque solo había pocos colectivos que funcionaran en Noche Buena. Aunque a ella no le importaba eso realmente.

Era una joven de corto pelo negro lacio, ojos azules y de mirada desafiante. Se había puesto un vestido rojo con vuelo que le había mandado su mama como regalo de navidad y una campera de cuero negra que le había robado a su novio.

Pidió un boleto “a cualquier lugar” y espero a que el colectivo llegara. Era el colectivo numero 115.

Tardo unos veinte minutos en llegar, ella se subió y en seguida se quedo dormida en su asiento. Cuando despertó la lluvia había cesado y el colectivo había llegado a su destino. Se bajo y se dio cuenta que no tenía idea de adonde ir.

-y ahora que?- se pregunto a sí misma. El estomago le rugía así que tomo sus bolsos  y comenzó a buscar un lugar para comer algo.

Encontró una plaza con una fuente enorme en el medio completamente iluminada, eran las 11 de la noche y por supuesto no había nadie en las calles. Pero aun así encontró un puesto de panchos, pidió un súper pancho con papas y se sentó en la plaza a comer. Ahora que ya no llovía volvía a sentirse el calor típico de la primavera argentina, pero eso no le molestaba.

Miro a su alrededor, la plaza estaba toda iluminada de luce navideñas amarillas, verdes y rojas. Se pregunto que estarían haciendo sus papas ahora, seguramente divirtiéndose en el crucero por el mundo al que habían decidido irse una semana antes de las fiestas.  Y ella completamente sola en una ciudad que no conocía y ni siquiera sabía dónde iba a pasar la noche.

Comenzó a sentir tristeza, estaba cayendo en la cuenta de la posición en la que se encontraba, sin un lugar a donde ir, sin nadie con quien estar en  la Noche Buena. Que tan deprimente podría ser eso?

-¿Qué fue lo que hice?- se dijo a si misma mientras unas lagrimas se asomaban en sus ojos.

En eso escuchó un chapuzón. Un fuerte chapuzón que venía del otro lado de la fuente.

Se acerco al lugar y vio el cuerpo de una persona boca arriba dentro de la fuente.  Unas burbujas salían de su nariz y su boca.

Anahi se apresuro a levantarlo, lo sujeto de los brazos y lo sacó del agua. Era un joven de cabello castaño muy guapo que despedía un fuerte olor a alcohol. El joven comenzó a toser y Anahi le daba pequeños golpes en la espalda.

-¿Estás bien?- le pregunto la chica sin dejar de sujetarlo.

El joven la miro, tenía unos hermosos ojos color avellana.

-Sí, estoy bien, gracias- le contesto y se apuro a levantarse, pero en seguida perdió el equilibrio y se desmorono en el agua.

Anahi lo volvió a levantar.

-estoy bien, puedo caminar solo-

-No seas idiota, si te dejo solo vas a morir ahogado. Te llevare a tu casa así me quedo tranquila y con la conciencia limpia.- le respondió Anahi duramente mientras lo ayudaba a salir de la fuente.

Pidió un taxi, metió sus bolsos, su guitarra y al joven alcohólico.

-¿A dónde los llevo?- le pregunto el taxista

Anahi golpeo el hombre del joven que ya se había dormido en el asiento del taxi

-¿Qué?- le pregunto el muchacho de la manera.

- ¿Dónde queda tu casa?-

-Calle Cordoba 1177- le dijo al momento en que se volvía a dormir.

El taxista los llevo hasta ese lugar y los dejo a los dos en frente de una casa estilo rustico completamente de madera y un gran jardín delantero lleno de rosas de distintos colores.

-Waw, tienes una casa muy bonita.- le dijo Anahi mirando al joven que yacía tirado en el suelo durmiendo. Suspiro resignada.

-¿Por qué me mandas esto justo a mí?- pregunto mirando al cielo estrellado.

-Hey levantate –le dijo sujetándolo de los brazos y obligándolo a levantarse- ya llegamos a tu casa.

- Hay unas llaves debajo del tapete le dijo el chico que se recostaba en ella.

Anahi lo ayudo a llegar a la puerta, saco la llave de abajo del tapete y abrió. La sala principal tenia un televisor pantalla plana y un gran sillón donde recostó al chico.

-Ya van a ser las 12- se dijo mirando el reloj que había en la pared encima del sillón. –supongo que puedo quedarme aquí al menos por esta noche.

Metió sus dos bolsos en la casa junto a su guitarra. Fue a la habitación del joven, era un gran cuarto lleno de posters de bandas de rock y un monton de papeles tirados. Se saco la campera y se recostó en la cama con su vestido rojo. Miro la ventana y vio como los fuegos artificiales brillaban en el cielo anunciando la Navidad.

Miro los destellos por un rato hasta que se quedo dormida.