domingo, 14 de julio de 2013
Libertad que tanto ansias..
Ella vivió su vida complicada, en los barrios oscuros de la ciudad, rodeada de gente armada para pelear.
Desde pequeña andaba sola, aprendiendo con quien relacionarse y con quien no, aprendiendo a golpear y escapar de la gente que la quería lastimar. Deseaba la libertad, una libertad que solo se compra con plata.
Esos barrios oscuros, por donde veía las estrellas en la noche, la asfixiaban a una vida que no eligió ni quería aceptar.
El vivía su vida acomodada. Nacido en cuna de oro, teniendo al alcance de su mano cualquier capricho. Nació con una conciencia distinta, no quería nada de esos lujos. Le exigían tantas cosas, la gente a su alrededor era tan hipócrita.
Quería escapar, pero era un cobarde. Aceptaba los grilletes en su cuello, y la luz de sus ojos se apagaba aceptando su propio castigo.
Se conocieron en un cruce de sus destinos que no debió ocurrir, la vida se quiso burlar de estas almas solas y tan distintas.
El veía en ella la libertad que tanto quería.
Ella veía un hombre solo con ojos oscuros que la intrigaban.
Se usaron los dos, jugando con esa soledad. Y así no se sintieron tan solos.
Cuando se besaban sentían el calor. Cuando se tocaban sentían la necesidad.
Hacían el amor lentamente, no sentían la prisa del tiempo, ni les importaba. Esos momentos se sentían como una bocanada de aire fresco para ellos, de libertad.
Pero el tiempo pasa, y cada uno tenia sus sueños.
La libertad que ella tanto ansiaba se encontraba afuera, y el no era capaz de dejar su propia comodidad.
Cuando la oportunidad apareció tuvo que decidir que tanto podría
dejar, y lo dejo a el a cambio de su libertad.
El no la quiso acompañar, y ella se fue. Cuando se dio cuenta de su error, ya era tarde.
El sabia que a donde ella iría el no la podría alcanzar, ella era la libertad que el tanto quería pero que no se atrevía a tomar.
Cuando se escapo de esos grilletes, no la fue a buscar. Decidió buscar su propia libertad, su propio aire.
Y mientras cada uno trazaba sus caminos, el destino apostaba con la suerte de sus vidas a cara o cruz.
Cara: sus caminos se cruzaran con la libertad de cada uno, y sus cuerpos se alimentaran con el calor y el amor pendiente de aquellos días.
Cruz: pasaran de largo el uno del otro, y vivirán independientemente en el otro como el hermoso recuerdo de un amor que paso.
La moneda esta girando en el aire, y caiga donde caiga, ellos saben que seguirán viviendo, buscando su propia libertad.
Fin ~
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